El cartel de los mil detalles: así es la obra que anunciará la Semana Santa

Decía ayer el alcalde de Almería, Ramón Fernández-Pacheco, durante el acto de presentación del cartel de la Semana Santa de 2020 que “de todas las disciplinas artísticas conocidas, quizás la menos reconocida sea el saber esperar” y, precisamente, la presentación celebrada en el Salón de plenos del Ayuntamiento de la capital servía para anunciar que la espera cofrade está llegando a su fin.

Una obra del sevillano Rafael Laureano protagonizada por la Soledad será el cartel anunciador de la Semana Santa de la ciudad de Almería en este 2020.

No obstante, tal y como desgranó ayer el propio artista en la presentación de una obra que combina distintas técnicas y materiales (hasta tal punto que la obra original incluye, en su parte superior, una rosa liofilizada, un paño y un cuadro), el cartel para este 2020 es una obra coral protagonizada por ese amplio abanico de estilos que es el mundo cofrade almeriense.

La obra
“La ciudad está bajo la protección y el amparo de la Soledad, que se viste de Almería”, explica el propio Laureano en declaraciones a LA VOZ sobre la parte inferior y el centro de su obra: una vista de la ciudad con La Chanca en primer plano junto a la Alcazaba y el puerto, que se funde con el manto de la gran protagonista de la obra, la Soledad.

A ambos lados de la Virgen, dos obras con sabor a nuevo: a la izquierda, el perfil del renovado misterio de la Borriquita, estrenado al completo el pasado año y, a la derecha, la silueta del Señor de la Vida, la talla que José María Leal está terminando para la joven Hermandad del Resucitado.

Mármol y homenaje
Tras la Soledad, domina una textura: es mármol y tiene una doble lectura: por una parte, es la piedra que ha llevado el nombre de Almería por medio mundo y, por otra parte, representa esa piedra que, en los Evangelios, es San Pedro y sobre la que Jesús levanta su Iglesia.

Y, como si la Soledad fuera un tronco, de ella nacen las ramas de un árbol: es el Árbol de Jesé, el árbol genealógico del propio Cristo.

Es en las ramas de este árbol donde el cartel se convierte en una oda a la simbología y donde el óleo deja de ser el protagonista.

En el centro, un cuadro homenajea las figuras de Dubé de Luque y Álvarez Duarte, los dos imagineros fallecidos recientemente y que dejaron algunas de sus obras en el mundo cofrade almeriense. Se trata de un “relicario simbólico” protagonizado por los nombres de las imágenes salidas de las gubias de ambos imagineros y, en el centro, cedro y lágrimas de cristal que recuerdan a esa lágrima que lleva la Merced cerca de su boca, aquella que Dubé de Luque le puso a la actual imagen y que era, antes del lamentable incendio, de la anterior titular mariana de Prendimiento.

Alrededor de este cuadro, que tiene en el marco la cruz de San Jorge y la inscripción “Muy noble, muy leal y decidida por la libertad”, aparecen otros detalles simbólicos: el anagrama de María, un cromo antiguo con ángeles por María Santísima de Los Ángeles, unas estrellas por María Santísima de la Estrella, un paño con una azucena por aquellas que brotaron en Torregarcía cuando llegó a nuestras playas la Virgen del Mar y uno de los detalles más bonitos: una rosa por esa que, cada Jueves Santo, lleva el Consuelo tras ir toda una noche de procesión con la Esperanza. Es el cartel de los mil y un detalles y ya anuncia la Semana Santa.