Hacer un nuevo puerto y su unión con la ciudad sale por 250 millones

El primer boceto sobre lo que puede ser el proyecto puerto-ciudad se presentaba ayer públicamente por parte de los redactores del master plan, Junquera-McValnera, en unas jornadas organizadas por parte de la Fundación Bahía Almeriport, la encargada de la gestión del proyecto.

Lo más llamativo de todo lo hablado allí son los 250 millones de euros de coste previsto, la conexión de la Rambla y el Muelle de Levante a través de parque elevado y la realización de una playa urbana entre este muelle y el Club de Mar. Pero antes de llegar a esto, primero hay que entender todo el proceso de transformación que viviría el puerto.

Las claves del trabajo elaborado por McValnera arranca por un traslado de la actividad portuaria al puerto exterior que, siguiendo los planes anteriores de la Autoridad Portuaria, crecería hasta albergar en la parte más externa el transporte de graneles más ‘sucios’, dejando en la dársena interior para ferry y contenedores y con la posibilidad de una terminal para el tráfico ‘RoRo’, es decir, buques con cargamento rodado. 

Traslado
Se recoge en la propuesta la posible ubicación es este ‘nuevo puerto’ de una nueva estación marítima logrando así la desaparición  de las vallas que conlleva el ser frontera internacional.

Para que todo esto sea viable, y así lo afirman los técnicos, es necesaria una conexión directa e independiente con la A7 que permita el liberar también de tráfico, sobre todo pesado, a la Vía Parque y pacificarla para la conexión real con la ciudad. Para esto proponen un proyecto, cifrado en unos 31 millones de euros, que conectaría directamente a través de un viaducto los actuales túneles de la autovía con la zona portuaria.

Realizado todo ese traslado y convertido el puerto en un elemento “compacto”, llegan el momento de pensar en las 40 hectáreas de suelo que se liberarían (el Casco Histórico tiene 50 hectáreas). 

De momento solo se han explicado algunas propuestas. Así, el arquitecto redactor del master plan, Jerónimo Junquera, explicaba  que para dar uso al Muelle de Levante hay que “mirar alrededor” y allí está “la Rambla, un espacio maravilloso, bien diseñado y equilibrado que no  acabar con un monolito sin tocar el agua”. Para solucionarlo plantea  “un parque elevado que llegaría desde el final de rambla hasta el final del dique”.

Esta actuación contaría con unos 36.400 metros cuadrados y prevé que sea un espacio eminentemente público que podría albergar usos culturales, ocio y restauración. Eso sí, se duplicaría la capacidad con dársenas a ambos lados del muelle para poder acoger la llegada de cruceros en la ciudad.

A Levante
Apuesta Junquera por reconvertir el espacio que hay hacia El Zapillo en una “playa urbana” como la que ya hubo, en la que te puedas bañar en el centro. De momento esa playa la sitúa entre el Muelle de Levante y el puerto-deportivo.

Los planes para el Cable Francés pasan, además de esa reconversión en espacio de paseo, en la posibilidad de realizar en su entorno una zona  de baños de agua salada, como ya hay en otras ciudades.

¿Qué va a ocurrir entre el Muelle de Levante y el Faro de San Telmo? Eso es lo que ahora le tocará decidir a la comisión formada por la Autoridad Portuaria de Almería y el Ayuntamiento de la capital. Y después pasará por el debate social encarnado en las ocho mesas de trabajo que componen el Plan Estratégico ‘Almería 2030’.

Citaba el presidente de la Fundación Bahía Almeriport, Diego Martínez Cano, a Calderón de la Barca y a su ‘Vida es Sueño’,  tildando esta presentación del “emblemático proyecto” así “realmente es un sueño”.  En este caso soñar no es gratis, de hecho será la propia fundación la que tenga que buscar los fondos.